Una serpiente comenzó a perseguir una luciérnaga que sólo vivía para brillar. La luciérnaga se detuvo y dijo a la serpiente:
“¿Puedo hacerle tres preguntas?
La serpiente dijo, “Sí”.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
La serpiente dijo, “No”.
¿Te hice algo?
La serpiente dijo, “No”.
¿Entonces por qué quieres devorarme?
“La serpiente respondió: “Porque no soporto verte brillar”.
Moraleja de la historia…
A menudo, algunas personas no soportan verte brillar, y por eso actúan como serpientes, ¡silenciosas y listas para atacarte!
