Hoy fui al cajero de BBVA al entrar a la sucursal llevaba mi cubre bocas y los empleados revisaban que guardaramos la sana distancia, cuándo llega una de empleada del banco, se me acercó con una sonrisa dibujada en su rostro y me entregó está bolsita que les enseño en la foto.
La verdad que yo entre sorprendida y divertida la veo a los ojos y le digo
Señorita es usted muy amable con su obsequio, pero yo no lo necesito yo ya tengo la salpingo ademas eso está muy pequeño no le queda a mi esposo gracias
Ella sonrojada me dice “Es para ponerlo en el dedo, para que teclee el cajero automático”
jajaja que perro oso!
